La terapia con luz roja (RLT) es un tratamiento no invasivo que utiliza longitudes de onda específicas de luz roja para estimular la regeneración celular y mejorar diversas condiciones de salud.

A diferencia de otras formas de fototerapia, la luz roja penetra en las capas más profundas de la piel, promoviendo la reparación celular y la producción de energía a nivel mitocondrial. Sus beneficios incluyen efectos antienvejecimiento, alivio del dolor y una recuperación más rápida de heridas y lesiones.

La terapia con luz roja actúa exponiendo la piel a bajas concentraciones de luz roja o infrarroja cercana, cuyas longitudes de onda penetran en las capas profundas de la piel y son absorbidas por las mitocondrias, las centrales energéticas de las células.

Esta absorción estimula la producción de trifosfato de adenosina (ATP), la principal fuente de energía celular, lo que mejora la función celular y favorece la regeneración y el rejuvenecimiento.

Además, la terapia con luz roja promueve la producción de colágeno, una proteína esencial para la salud y elasticidad de la piel. También mejora la circulación sanguínea y reduce la inflamación, contribuyendo a su efecto terapéutico en diversas afecciones.

Para aprovechar al máximo la terapia con luz roja, siga estos pasos:

1. Prepare el dispositivo: Conecte el aparato a la corriente y colóquelo sobre una superficie estable.
2. Limpie el área de tratamiento: Asegúrese de que la piel esté limpia y seca antes de la sesión.
3. Coloque el dispositivo: Sitúe el aparato a una distancia de 10 a 45 cm de la zona a tratar.
4. Configure el temporizador: Encienda el dispositivo y ajuste la duración recomendada (generalmente 10 minutos).
5. Inicie el tratamiento: Siéntese o acuéstese cómodamente y exponga el área a la luz roja, asegurándose de una cobertura uniforme.
6. Relájese: Permanezca en una posición cómoda y deje que la luz actúe sobre su piel.
7. Finalice la sesión: Cuando termine el tiempo programado, apague el dispositivo y guárdelo en un lugar seguro.
8. Repita según indicaciones: Para obtener mejores resultados, siga la frecuencia recomendada (por ejemplo, diariamente o varias veces por semana).

Siempre consulte las instrucciones específicas de su dispositivo para garantizar un uso seguro y efectivo.

Los tiempos de respuesta a la terapia con luz roja pueden variar según la persona y el tipo de afección tratada. Sin embargo, muchos usuarios comienzan a notar mejoras en aproximadamente un mes.

Para obtener los mejores resultados, recomendamos el uso diario. Además, con nuestra Garantía de Resultados de 120 días o devolución de dinero, le damos el tiempo suficiente para experimentar los beneficios de la terapia antes de decidir si desea conservar el dispositivo.

La terapia con luz roja se percibe como una experiencia cálida y relajante en la piel. Al exponerse a la luz, sentirá un suave calor, especialmente reconfortante en climas fríos o con poca exposición al sol.

Muchos la describen como similar a disfrutar del sol, pero sin los efectos dañinos de los rayos ultravioleta. Es un tratamiento completamente no invasivo e indoloro, sin presión ni acción mecánica, lo que permite sesiones diarias cómodas y placenteras.

Para obtener los mejores resultados, recomendamos incorporar la terapia con luz roja en su rutina diaria. La restauración de la función mitocondrial es un proceso gradual: algunas personas notan mejoras en unas semanas, mientras que para otras puede llevar más tiempo.

Es fundamental continuar con el tratamiento incluso después de que los síntomas desaparezcan, ya que esto ayuda a mantener la estimulación mitocondrial y a prevenir la reaparición de molestias.

Las investigaciones indican que la terapia con luz roja es segura para los ojos e incluso puede beneficiar afecciones como cataratas y degeneración macular. También se ha observado que mejora la visión, especialmente en personas mayores de 40 años.

Si la luz le resulta demasiado brillante o incómoda, puede cerrar los ojos o mirar ligeramente hacia otro lado durante la sesión. Para quienes tienen ojos sensibles, se recomienda el uso de protección ocular, que suele estar incluida con el dispositivo.

La principal diferencia entre ambas es su longitud de onda y penetración en los tejidos:

• Luz roja (630 nm - 660 nm): Es visible y se absorbe principalmente en la piel. Estimula la producción de colágeno, favoreciendo la salud y regeneración de la piel.
• Luz infrarroja cercana (810 nm - 850 nm): No es visible y penetra más profundamente en los tejidos, músculos y articulaciones. Ayuda a reducir la inflamación y promueve la reparación celular a niveles más profundos.

Con Rotlight, puedes utilizar la luz roja y la infrarroja cercana juntas o por separado, según tus necesidades.